¡Bienvenido a kill your tv! En este blog intentamos realizar un análisis sociológico sobre la influencia de la televisión.

Conclusiones

Comenzaremos nuestras conclusiones recordando un fragmento de nuestro marco teórico.

La cuestión que se plantea es la siguiente, la T.V invierte la evolución de lo sensible a lo inteligible y lo convierte en un regreso al puro y simple acto de ver. La T.V produce imágenes y anula los conceptos, de este modo atrofia nuestra capacidad de abstracción y con ella toda nuestra capacidad de entender. Por tanto lo que vemos o percibimos concretamente no “produce” ideas pero puede transmitir ideas o conceptos que lo encuadran y lo significan. Y este es el proceso que se atrofia cuando la naturaleza del homo sapiens es cambiada por la T.V; El lenguaje conceptual (abstracto) es sustituido por el lenguaje perceptivo (concreto) que es infinitamente más pobre. Pobre no solo en cuanto a palabras sino sobre todo en cuanto a la riqueza de significados

Recordando esto, el equipo de kill your T.V. se asienta solidamente en su intento de mostrar un análisis social de la televisión. La inclinación por este tema y no por otros, creemos que ha sido más que justificada. Añadir, que nuestras conclusiones no giran en torno a justificar lo dicho en nuestro marco teórico. Por que el marco teórico, se basa en aportaciones de sociólogos especializados en la materia (la influencia de la T.V) y por tanto justificar el marco teórico sería afirmar teorías más que comprobadas. Nosotros al redactar nuestras conclusiones intentamos dar un paso más, un pequeño avance, adelantar o por lo menos poner al día esas teorías, que por desgracia con el paso del tiempo han quedado olvidadas. Puede que nuestras conclusiones no sean del todo esperanzadoras o seguramente no estarán a la altura de conclusiones como las de P.Borudieu, G.Sartori o el propio Manuel Castells. Aunque no estar a la altura de estos autores no nos preocupa porque son autores muy consagrados dentro de la sociología. Sin embargo, si que nos preocupa que nuestras conclusiones intenten caminar solas, no queremos que sean conclusiones invalidas, sentadas en una silla de ruedas empujadas por el espíritu de otros sociólogos. Por esto mismo kill your T.V. acepta que sus conclusiones se califiquen con cualquier tipo de adjetivo peyorativo. Es el darnos cuenta de nuestros errores lo que nos hace mejorar.

Nadie nace caminando, pero superando el miedo a tropezar una y otra vez, acabas aprendiendo a caminar por ti mismo.

A la fecha de hoy, no son muchas las personas que aceptan la televisión como algo influyente, que distrae y atrofia las mentes. De hecho muy pocas personas nos han hablado de la televisión como algo malo. La televisión es defendida a capa y espada por cualquier persona que invierta su tiempo en ella. Visto desde la inversión de tiempo parece razonable el defenderla. A nadie le gusta reconocer que sus inversiones han sido un fracaso (ya sea desde la perspectiva temporal o incluso la económica). Dicho esto, nos hemos saltado un punto importante y es que la televisión es vista como un premio, una recompensa al esfuerzo realizado en el trabajo, la escuela o cualquier otro ámbito. Verla como un premio es sentir afecto hacia ella. Aunque suene un poco extravagante, los sujetos están enamorados de la televisión y cuanto más grandes sea el amor hacia ella mejor visto está.
Reflexionemos sobre esto, cuantas personas juran odio eterno a la televisión, cuantas son la que lo ven como una perdida de tiempo, como un robo a nuestra capacidad cognitiva. O más importante todavía, como actúan los televidentes frente a un tipo de sujeto que tenga estos pensamientos y los haga manifiestos.
Por “suerte” los miembros de kill your tv hemos vivido esta experiencia. Nosotros hemos sido criticados, rechazados e incluso calificados de idiotas por aquellos que aman la televisión. No hemos recibido ningún tipo de maltrato, pero si que hemos percibido gran discordia por parte de los “románticos”. Es tan fuerte el vínculo sujeto y televisión que el simple intento de ruptura o cuestionamiento, ya genera violencia. Respecto a este vínculo casi irrompible, añadimos que se ha ido reforzando con el paso de las decadas.


Pero, por qué es tan difícil romper este vínculo. Para responder a esta pregunta no podemos fijarnos sólo en el sujeto. Existe también un mercado económico (capitalismo) detrás de la televisión, que ayuda a reforzar este vínculo.
La televisión posee un gran poder de distracción, tanto que puede hacerte ver cualquier cosa, sea buena o sea mala, sea ética o no. Hablamos de que cualquier tipo de programa vale. Ya no importa si es atractivo cognitivamente, lo importante es que sea capaz de captar la atención. El estar sentado, distraído y absuelto de los problemas que te rodean supone relax incluso un climax para algunos. Aparentemente esto no tiene nada de malo, a todo el mundo le gustaría sentirse relajado de vez en cuando. Pero esto sólo es lo que ocurre aparentemente. Si repetimos esta práctica, llegará a convertirse en un hábito y esta a su vez en un estilo de vida. Un estilo de vida que fortalece (a través de la repetición constante) el vínculo entre sujeto y televisión. Podemos añadir que todo esto conlleva una vida sedentaria y simplista puesto que nuestras actividades de ocio quedan muy reducidas.
Pero por otra parte están los mercados, aquellas manos negras que cuesta identificar, pero que están muy presentes e interesadas en la influencia que ejerce la televisión. La televisión se puede entender como una fuente capitalista. Capitalista porque es la economía que predomina y fuente porque de ella emana la sed consumidora que a nuestra actual sociedad caracteriza. Kill your tv defiende la destrucción de la televisión tal y como hoy la conocemos, ya que si son los propios mercados los causantes de nuestra alienación, por qué no destruir su mayor ventana de conexión hacia nosotros. La televisión no va a cambiar, es un negocio muy rentable. Pero si que podemos apartarla de lado, somos nosotros los que podemos decidir verla o no, a fin de cuentas tenemos la posibilidad de apagarla, de negarnos a ver más telebasura. Porque no acabar con esta relación de amor, de verdad creemos que es algo fundamental en nuestras vidas, y más importante aun queremos fomentar a generaciones futuras un estilo de vida basado en la pasividad, y en invertir nuestro tiempo libre (poco para algunos) frente al televisor. Somos nosotros los que tenemos la última palabra.


Pasaremos ahora a explicar como la televisión está presente en los momentos más familiares, es decir, aquellas horas puntuales del día, en donde los miembros de una familia se encuentran reunidos, ya sea para comer, cenar o simplemente descansar.
En nuestra sociedad pos-moderna, el individualismo es una característica muy presente, vivimos entre cuatro paredes, ya no vemos las calles como un lugar habitable donde pasar nuestro tiempo, ahora lo tenemos todo en casa. Estamos sumergido en nuestras viviendas donde aparentemente encontramos una sensación de bienestar y seguridad, que para nada son verdaderas, provocando así un rechazo a todo aquello que se encuentra fuera de nuestros habitáculos. A priori, comentar el individualismo no parece comparable a como la televisión está presente en nuestros momentos familiares, pero queríamos hacer un énfasis en la perdida del espacio público.
Reunirnos con nuestros padres, hij@s, herman@s en momentos tan importantes como la comida es algo fundamental. Siempre hemos podido conversar sobre lo sucedido durante todo el día a la hora de la cena o incluso después. Esas reuniones familiares que periódicamente se hacen todos los días fortalecen el vínculo familiar y ayudan a una mejor relación y convivencia. Creo que con esto último habrá mucha gente que este de acuerdo. Ahora bien, que pasaría si esa comunicación ya no existiera, si las reuniones fueran reuniones silenciosas cuya única importancia es ver la televisión. La televisión ha conseguido penetrar hasta en nuestras mejores costumbres, ver atentamente la televisión a la vez que comemos es una práctica estandarizada, pocas son las familias que comen sin tener el televisor encendido. No se hasta que punto, el lector es consciente de este gran problema. Un gran problema porque si las horas centrales de comunicación familiar son sustituidas por un aislamiento visual, estamos fomentando un distanciamiento entre nosotros, la comunicación con nuestra familia queda reducida a un simple, “cambia de canal” o “sube el volumen”. Los miembros de kill your tv no hemos sido capaces de estudiar hasta que punto esto puede afectar negativamente en nuestros vínculos con los grupos primarios, pero sin duda alguna, podemos afirmar que ha habido un cambio y que este cambio no genera nada bueno. Por esto mismo, volvemos a rogaros “apagad la televisión”


La simpleza que posee pero a la vez la importancia que le damos es asombrosa. Nos referimos a los noticiarios, su estructura es muy similar en todas las cadenas por no decir idéntica. No vamos a tratar como los noticiarios no solo dan nociones sino que también desinforman, porque esto ya lo ha hecho G.Sartori en su obra Homo Videns. Lo que pretendemos es diseccionar sus practicas y sus maneras de estructurar las noticias. Desde nuestra posición existen dos tipos de noticiarios, los aparentemente normales; son aquellos que vemos todos los días y que se basan en “informar” sobre sucesos más o menos interesantes. Por otro lado están los noticiarios especiales; son aquellos que han sido preparados especialmente para legitimar o deslegitimar un suceso de gran trascendencia. Por ejemplo; La boda del príncipe de España fue un acto de gran importancia legitimadora para los medios, de tal forma que la figura del monarca recibió un gran apoyo social. Otro ejemplo contrario, sería las manifestaciones mundiales surgidas el 15 de Octubre del 2011, los noticiarios se encargaron de deslegitimar estos actos con todo tipo de manipulaciones, imágenes de niños pasando hambre, personas que se van de voluntarios a paises pobres, imágenes donde se ven a personas trabajando sin ningún tipo de quejas. De esta forma una manifestación queda marcada con la etiqueta de vagos, desaprensivo y demás adjetivos de este tipo.
Dicho esto, añadimos que los noticiarios se componen de noticias estrellas y noticias de relleno. Noticias estrellas son aquellas noticias de actualidad, aquellas por las que uno se interesa en prestar atención a los informativos. Hablamos de temas de actualidad y que a pesar de ser de gran interés solo ocupan un porcentaje mínimo del tiempo que dura el informativo. Este tipo de noticias, son contrarrestadas con otro tipo de noticias, llamémoslas “noticias de relleno”. La utilidad de estas noticias es crear hábitos y costumbres entre la población además de generar un sentimiento de inseguridad. Por ejemplo, si nos encontramos a principios de año, las noticias de relleno se centrarán en la proliferación de matriculados en los gimnasios o en un homenaje al cuerpo perfecto, para así ir creando un determinado estereotipo de belleza y además generar ciertos tipos de conductas sociales. Puede haber infinidad de tipos de “noticias relleno”sin embargo, el punto en común es que su objetivo es crear inseguridad ciudadana y fomentar ciertas conductas o hábitos. Este tipo de informativos incentivan al mercado, porque es mediante el miedo y la inseguridad como las personas son impulsadas a comprar objetos poco útiles, y es a través de fomentar un determinado tipo de conducta como un ciudadano percibe el mensaje sobre que producto comprar y cuando comprarlo. Cuantos gobiernos del mundo incluyendo España compraron vacunas contra una fiebre aviar, que nadie conocía pero que en poco tiempo los noticiarios se encargaron de difundir. Y cuantas personas conoce usted que hayan muerto a causa de tal fiebre.

Por lo tanto, a pesar de los avances de la ciencia y la tecnología, la capacidad cognitiva (el pensamiento) de las personas está sufriendo un proceso de recesión, estancamiento o incluso no evolución. Vivimos una época donde acceder a la información no debería suponernos ninguna dificultad, donde la alfabetización ha llegado a miles de lugares, pero sin embargo nuestra capacidad de reflexión, nuestras opiniones y conocimientos no evolucionan. Estamos estancados en una ignorancia global y mientras el discurso que predomina es el de la libertad de expresión, aquí en este blog el discurso se centra en la libertad de pensamiento. Dejemos de vivir alineados en torno a la ignorancia que el mercado nos intenta imponer, y para ello comencemos por desconectar nuestros televisores.
En kill your tv defendemos la destrucción de la televisión porque a pesar de reconocer que es un invento fabuloso, creemos que está tan contaminada que su desintoxicación queda muy lejos. Podemos ver películas por internet, leer noticias en periódicos, escuchar la radio... Por suerte, poseemos muchos medios para estar informados, entonces, porque usamos siempre el mismo medio y es más, porque le dedicamos un culto casi religioso. ¡Por favor apague la televisión!
¡Atrévase a cambiar!